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Adopción de Corazón

Educar a tu familia

Tal vez recuerdas ocasiones en tu infancia en que te quedaste con los abuelos unos días, o ibas adonde tus tíos todas las tardes después de estudiar. O cuando nació tu hermanito y la abuela vino a cuidar de la casa mientras tu mamá se recuperaba. Algunas personas crecieron con su familia extensa en la misma casa, o en vez de sus padres biológicos.

El punto es, muchos tenemos la expectativa de que la familia extensa estará para apoyarnos cuando alguna situación supera nuestra capacidad, o se nos sale de las manos.


Como padres y madres adoptivos, ¿es justo tener esa expectativa?

Pues, sí. Son nuestros hijos, igual que si los hubiéramos parido. Legalmente, son sus nietos o sobrinos también.

Pero, ¿nuestra familia extensa está de acuerdo? ¿Se ofrece para ayudar? ¿Saben cómo ofrecer el amor y la estructura que necesitan los niños que han experimentado la adversidad temprana?



Para nuestra gran frustración y tristeza, hay familias en las que los hijos adoptivos son tratados como ciudadanos de segunda clase. Eso no debe ser así. Si es tu caso, lo sentimos mucho. Tal vez esos parientes no pueden ofrecer lo que tu hijo necesita de ellos en este momento. Pero no necesariamente tienes que cortar el contacto -- quizás cambien en el futuro (sólo no esperes que los lleven a Disney).


Por otro lado, pueden haber familias en las que sí aceptan a tus hijos, pero los comparan con los hijos/sobrinos/nietos biológicos y terminan juzgándote en tu crianza, o juzgando a tu hijo. Estos parientes necesitan educación. Y ¿quién mejor que tú para empezar a educarles?


¿Qué tipo de educación?

  • Lenguaje: términos apropiados para referirse a temas relacionados con la adopción o el acogimiento. Por ejemplo: "FUE adoptada" en vez de "ES adoptada." Hace la diferencia entre un hecho histórico y una identidad que los separa del resto. Buscar maneras de hablar acerca de la adopción en una manera positiva, factual, y honesta.

  • Tacto: recordatorios de qué está y no está bien preguntar o decir, sobre la historia o familia de origen de tus hijos Aún los niños pequeños están escuchando. Y aún si no entienden cada palabra, entenderán los tonos y las miradas. Debes hacerles entender a tu familia extensa que la historia de vida de tu hijo le pertenece a él y por ende, hay datos ellos no tienen que saber. (¿Le contarías a tu tía cómo concebiste a tu hijo biológico? No ¿Entonces por qué le vas a contar si tu hijo adoptivo fue el resultado de una violación?) Hay algunos elementos de su historia que compartirás, ¡pero SÓLO SI ellos tienen suficiente tacto como para saber qué se cuenta a otros y no! Tú conoces a tu familia; sé sabio.

  • Límites: de acuerdo a las necesidades particulares de tus hija, enséñales a tus parientes cuáles son los límites que ella tiene, y por qué. Las normas para tu hijo adoptivo o de acogida pueden ser bastante diferentes a los demás nietos o primos, entonces una explicación sencilla de la necesidad para la regla, les puede ayudar a sostener nuestros límites saludables. Tu estilo de disciplina probablemente será diferente al estilo que aprendiste en tu familia de origen. Lee este blog para saber más.

  • Trauma: ¿No sabes por dónde comenzar? Además de leer todos los blog que tenemos aquí gratis, puedes escuchar unos podcast, como el de TBRI, o tomar nuestro curso Apego, Trauma & Crianza Adoptiva. Es un buen punto de partida para que tú y tu familia extensa aprendan sobre lo que tu hijo ha experimentado y cómo le puede estar afectando, además de algunas maneras claras y prácticas para suplir sus necesidades.



Un último consejo: todas estas pautas funcionan mejor cuando logras educar a tu familia extensa con amor, firmeza y claridad. Hay que aprender a "hablar la verdad con amor."



Si te interesó algo en particular de lo que mencionamos aquí, puedes hacer clíc en los enlaces para leer otros blogs o recursos relacionados.

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