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Adopción de Corazón

Baja tu estándar

¡Aunque casi no lo puedo creer, ya estamos en el tercer mes del año! No tienes que levantar la mano, pero ¿cuántas de tus resoluciones de año nuevo ya fallaron? ¡Yo también! Por ejemplo, no he ido al gimnasio tanto como me había propuesto, y casi ni escribo este blog!


¿Pero qué nos pasa? ¿Por qué no logramos la meta?


  • A veces nos colocamos metas demasiado exigentes. (Sí, puede ser que otras personas logran leer un libro cada mes, o hacer aseo profundo cada semana, ¡pero tú no te tienes que comparar con ellos!)

  • Otras veces, surgen imprevistos y nos es imposible cumplir la meta. (He aquí mi meta de hacer ejercicio 2 veces o más cada semana. Tal vez hay situaciones de salud, o de familia, o del trabajo que te impiden.)

  • ¿Puedes identificar cuál ha sido el problema en tu caso?


Hoy quiero que consideremos el hecho de ponernos metas inalcanzables, un estándar demasiado alto. Y como este mes de marzo nuestro tema es la crianza, quiero que pensemos específicamente en nuestro estándar parental.

¿Qué esperas de tus hijos? ¿Qué esperas de ti mismo?

¿Te puedes dar permiso de soltar las expectativas? O por lo menos, aflojar un poco?

¡Baja tu estándar!


Por supuesto quieres ser el mejor padre o madre que puedes ser. Pero NO TIENES QUE SER PERFECTO. No tienes que hacer todo correcto, todo el tiempo. ¡Ningún ser humano puede cumplir con todas las recomendaciones de todos los médicos, educadores, terapeutas, fundaciones e influencers de la parentalidad! Así que te damos permiso: ¡Baja tu estándar!



Ahora, yo no he sido el mejor ejemplo de esto, pero te cuento lo que algunas familias han decidido hacer para bajar su estándar:

  • No preocuparse tanto por la limpieza y el orden de la casa

  • No involucrarse en los eventos extracurriculares (deportes, música, fiestas, etc.)

  • Bajar el estándar de qué deben comer o no

  • Dejarles jugar el videojuego o ver otra película

  • Quedarse en pijama todo el día


Quiero aclarar: no estoy diciendo que nunca van a comer nada saludable, o que nunca tienen que limpiar, o que siempre pueden ver tele en vez de hacer tareas. No estoy diciendo que encierres a tus hijos del mundo exterior, porque tú no tienes ganas de salir.

Pero sí estoy diciendo que A VECES lo podemos hacer. Y que incluso, hay cosas que para tu familia, pueden ser lo normal, a pesar de lo que otros hagan o digan.


Y, al bajar tu estándar, ¿Cómo puedes priorizar la conexión con tus hijos?

En vez de HACER más o TENER más o SABER más, ¿cómo pueden SER quienes son y disfrutar juntos?


Sencillamente, la idea es: ¿Qué puedes soltar?

¿En qué te puedes dar PERMISO de no hacer todo bien?

¿A qué puedes decir "no"? (Esto te librará tiempo, energía mental y emocional, y espacio para enfocarte en otras cosas que son más importantes para ti y tus hijos)

¿Cómo puedes ser libre de la vergüenza para vivir menos presionada y más feliz?

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