top of page
Adopción de Corazón

"Dios se olvidó de nosotras"

"Cuando recibimos a nuestros hijos, todo nuestro mundo cambió."

"Antes, no tenía a alguien que dependía de mí todo el tiempo."

"Ha sido realmente agotador."

Tal vez te identifiques con estos sentimientos, compartidos con nosotros en una reunión de apoyo para familias adoptivas y de acogida. Tal vez, como yo, entraste a la parentalidad (o estás a la espera de recibir a un niño o niña) llena de esperanza, sólo para encontrarte desanimada y sin idea de adónde ir para obtener el apoyo que necesitas. Antes de seguir, queremos decirte: NO ESTÁS SOLA. NO ESTÁS SOLO.


Ahora bien, sabemos que a lo mejor, esa frase no parece ser verdad en estos momentos. De pronto te sientas verdaderamente aislado. Todos nos hemos sentido así.

"Pero en mi caso realmente estoy solo..."

"Por lo menos tú tienes a tu cónyuge..."

"Por lo menos tú vives cerca de familia extensa..."

"Por lo menos tú..."

Podrás llenar el espacio en blanco cómo te parezca. Al compararnos, siempre estaremos en peores condiciones que algunos, y en mejores condiciones que otros. Este artículo no se trata de calificar la soledad, sino de reconocerla y de ahí ver qué podemos hacer.


Yo recuerdo tener 23 años y darme cuenta de que ya no tenía los recursos emocionales ni el conocimiento para lidiar con el niño de 3 a quien acogía. No sabía qué hacer ni en quién apoyarme. Necesitaba un hombro en que llorar, y una figura maternal madura y sabia para guiarme. Sentía que carecía de los dos, con mi propia madre en otro continente y sin relaciones de profunda confianza donde me encontraba. La vergüenza se apoderó de mí, de modo que no fui vulnerable con los que me podrían haber echado una mano.


Bien sea que eres soltera o en pareja, tenemos algunas reflexiones para llevarte en el camino. Échalos al morral; puede que en algún momento los encuentres útil.

  • Nuestros hijos no nacieron de nosotros (obvio) entonces, aunque lo hayas recibido en el hospital, no viene con un vínculo formado contigo desde el vientre. Hay que irse conociendo poco a poco. Sé paciente (contigo y con tu hijo).

  • La meta para nosotros es la conexión. Aprovecha cada oportunidad para formar esos lazos de amor. El amor se construye. El amor crece.

  • Es muy probable que nuestros hijo necesiten ayuda en todos sus procesos (social, emocional, académico, medico, sensorial, etc.). Busca la ayuda que necesita... y recuerda que la conexión sigue siendo lo primordial para su bienestar integral y desarrollo.

  • No lo podemos ser TODO para nuestros hijos. "Para criar a un niño se necesita una aldea." Mientras más grandes crezcan, más necesitaremos a otros.

"¡¿Pero cómo me ayuda eso con mi soledad?! ¡Ya sé que necesito a otros!"

Ahí voy. Tenme paciencia.

  • Hay que "armar tu tribu." No podemos esperar que una única relación supla todo lo que carecemos. (Tal y como tú sola no puedes suplir todo para tu hijo.)

  • Los profesionales que apoyen a tu familia son parte de la tribu.

  • Entendemos que no podrás dejar a tu hija con cualquiera, especialmente mientras se están conociendo aún. Van a vivir momentos difíciles de los cuales nadie las podrá "salvar." Pero...

1. Apóyate en tu fe. Muchos encuentran que la oración y otras disciplinas espirituales son de gran ayuda en medio de las pruebas.

2. Ten alguien a quien puedas llamar. Más de uno, si te es posible. ¡A veces sólo necesitamos hablar con otro adulto! Dile a este amigo que a lo mejor no debe decirte nada; estar disponible para escucharte será un salvavidas en medio de las tormentas.

  • A medida que formen esas relaciones, una meta para ti puede ser que tu hijo pueda irse con otro adulto a veces. Esto implica involucrar a algunas personas de confianza con la familia cuando las cosas andan bien, para que no sean unos desconocidos el día en que tengas que dejar al niño en su casa un par de horas. (Nota: muchas veces es nuestra tendencia como familias por adopción, buscar a otros en nuestra situación para ser nuestra red de apoyo. Sí, se vale, pero también será difícil que esas personas tengan siempre la disponibilidad y energía emocional cuando lo necesitas. O que tú lo tendrás cuando ellos lo necesitan. ¡Por eso es TAN importante que nuestra comunidad incluya a personas SIN hijos por adopción! Esto les provee a ellos una oportunidad valiosa para servir, también.)

  • ¿No puedes dejar a tu hijo todavía? ¡Está bien! Pide ayuda práctica a amigos, familiares, gente de la iglesia, u otros. De pronto alguien te puede limpiar la casa, o recoger a tus otros hijos del colegio, o traerte una comida.


En todo esto queremos volver el enfoque hacia dos puntos: uno es la conexión con nuestros hijos, que ya mencionamos. El otro es el auto-cuidado. Si no estás descansando, comiendo bien, divirtiéndote, haciendo las cosas que te ayuden a ser la mejor versión de ti, entonces te vas a quemar y no podrás cuidar bien a tu hija. No podrás conectarte con ella y proveer lo que necesita. Armar tu tribu te ayudará a cuidarte mejor a ti, para poder ser la mamá o el papá que tu hijo necesita. ¡Estás haciendo un buen trabajo!


Por último queremos animarte con un el Salmo 34:18 "El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza."

En el momento en que más solo te sientes, la biblia dice que Dios está más cerca a ti. Permítete considerar y creer estas palabras, para transformar tu experiencia de aislamiento y agotamiento en una de acompañamiento divino. Aun si no tienes a quién llamar por teléfono, con quién desahogarte o llorar, el Espíritu Santo está MUY CERCA. No estás sola. No estás solo.


43 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page