top of page
Adopción de Corazón

Antes, yo era una buena mamá...

Lisa Qualls, autora de The Connected Parent y co-fundadora de The Adoption Connection, comparte sus reflexiones sobre cómo pensamos en nosotros mismos y nos invita a redefinir lo que significa ser una buena mamá o un buen papá.




Me estaba tomando un café cuando me llamó una amiga. Me preguntó si tenía tiempo para hablar. Cuando le respondí que “sí,” se puso a llorar. Me contó acerca de un conflicto con su nuevo hijo adoptivo. A pesar de sus mejores intenciones, ella estaba convencida de que no había manejado la situación bien. Fue ahí que dijo esas palabras, las que yo pensaba sólo me pertenecían a mí: “Antes, yo era una buena mamá.”


Cuando mi esposo y yo empezamos nuestro camino de adopción, lo hicimos con cierta confianza. Éramos padres con experiencia; teníamos siete hijos saludables y razonablemente felices. Queríamos servirle a Dios y, como estábamos en medio de la crianza, tenía sentido expandir nuestra parentalidad a incluir a otros niños que necesitaban una familia. Además, realmente amábamos los niños y nos daba gozo pensar en añadir algunos a nuestra familia.


Yo ya había sido madre por 19 años, lo cual era suficiente tiempo para haberme equivocado miles de veces y superado muchos obstáculos. No era una madre perfecta, para nada, pero sí era una mamá buena y estaba confiada de que mis habilidades, mi deseo de vivir para Jesucristo y mi corazón para los niños me ayudarían a sobrellevar cualquier desafío que nos llegase.


Antes de llegar a casa de Etiopía con nuestros nuevos hijos, ya sabíamos que nuestra vida había cambiado de una manera dramática y que iba a ser una lucha. Sin embargo, Jesús es misericordioso, así que apenas podíamos ver la punta de iceberg.


A medida que pasaban los meses y luchábamos por criar a nuestros hijos, nuestra creencia que éramos “buenos padres” se empezó a disipar. Nos preguntábamos:

  • ¿Deberíamos seguir adelante con las técnicas de crianza que nos han servido bien durante todos estos años?

  • ¿Enfrentados con tantos retos, en cuáles nos debemos enfocar primero?

  • ¿Está bien aceptar conductas que nunca antes hemos permitido en nuestro hogar?

  • ¿Deberíamos leer más libros sobre la adopción?

  • ¿Deberíamos llamar a alguien?

  • ¿Deberíamos quedarnos callados y esperar que nadie se dé cuenta de que nos estamos desbaratando?

  • ¿Qué debemos hacer?

No teníamos las respuestas, pero sí sabíamos que ya no éramos los mismos padres que antes, y mientras todos nuestros hijos luchaban con muchas dificultades, ya ni nos sentíamos como “buenos padres.”


Para mí es doloroso admitir que las dificultades que tenía con uno de nuestros hijos me redujeron a una persona que ni siquiera yo reconocía. Mi corazón, que antes era tan tierno, se estaba endureciendo rápidamente, a medida que yo intentaba mantener unida a mi familia. Me llegaban pensamientos que eran tan ajenos a mí que no los podía confesar a mi esposo, siquiera. Yo quería escaparme de esta vida que habíamos escogido voluntariamente, lo cual hizo peor mi sentido de culpa.


Mi identidad de ser una “buena madre” me fue arrebatado al luchar para apenas perseverar una hora más. Finalmente, llegó el día en que buscamos ayuda profesional para nuestra familia, confiando en otros para guiarnos a encontrar el camino.


Se sembró esperanza en nuestros corazones, y no hemos mirado hacia atrás.

Al viajar por este camino largo y serpenteante de la sanidad, yo he tenido que redefinir lo que significa ser una “buena mamá.” Acepto que porque amo intensamente a todos mis hijos, entonces tengo que criarlos de otra manera.

Lo que antes sostenía como el estándar de una “buena maternidad” ya no da la talla. Esas pérdidas son dolorosas, y extraño los días sencillas cuando pensaba que yo sabía lo que se necesitaba para ser una “buena mamá.”


Ahora tengo el privilegio de conocer a muchas “buenas mamás” que se están dejando moldear a través de sus experiencias de criar a hijos con un trasfondo difícil.

Nosotras no somos las mujeres que antes éramos, sino que somos las mujeres que Dios nos está llamando a ser. Él nos está moldeando a través de pruebas y triunfos. Él nos está llamando a entregar nuestras vidas por el bien de nuestros hijos. Al hacer eso, yo oro que también Él nos esté haciendo más como Él.



(Este artículo fue creado por The Adoption Connection. Originalmente apareció en inglés en https://www.onethankfulmom.com/used-to-be-a-good-mom/

This material was created by The Adoption Connection and is available in its original format and language at https://www.onethankfulmom.com/used-to-be-a-good-mom/)


25 visualizaciones1 comentario

Entradas Recientes

Ver todo

1 Comment


Claudia Gutierrez
Claudia Gutierrez
May 17, 2022

Muchas gracias por este articulo. Lo leo y parece que estoy leyéndome a mi misma. Es reconfortante saber que no soy la única en sentirme tan miserable en ocasiones, no con el afán de hacerme la victima, sino que, tal y como dice esta mamá del articulo, me he llegado a desconocer por completo, de no saber que anidaba en mi cosas tan oscuras y horribles. Con mis hijos biológicos creía que todo lo hacia bien pero ahora con mis niñas adoptivas caigo en la cuenta de cuantos errores cometí en el pasado, de los ídolos que moraban y que aun moran en mi y se resisten a salir. Pero precisamente así es como nuestro Dios trabaja, sacando y exponiendo…


Like
bottom of page