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Adopción de Corazón

Hablando de la Sexualidad & las Convicciones

Este mes en muchos países se celebra la identidad LGBTQ. Hace poco supimos de una mujer que estaba en proceso de adoptar en el estado de Oregon de EEUU y al final del proceso de idoneidad para la asignación del niño, le pidieron firmar un acuerdo que apoyaría a su hijo/a si resultara tener una "orientación, identidad y expresión" LGBTQ, incluyendo terapia hormonal y utilizar los pronombres que elija el menor si resultara ser trans. Ella prometió amar a cualquier niño/a que le entregaran pero manifestó que "no apoyaría cualquier conducta sexual si fuera en contra de sus creencias religiosas."

El estado le prohibió adoptar.


Sea por adopción o por vía biológica, nosotros los padres tenemos el papel de cuidar y criar a nuestros hijos, y eso incluye enseñarles sobre el sexo, con la esperanza de que vayan a vivir su sexualidad de la manera más saludable y satisfactoria posible.


Seguramente tú tienes tus opiniones sobre el tema; todos las tenemos. Tal vez tengas temores sobre qué hacer o cómo manejar la educación sexual de tus hijos. Pero ¿Qué podemos controlar y no?



  • Como padres y madres, podemos crear y fomentar un ambiente donde sí se habla "de eso."

  • Podemos estar preparados para "La Charla"... o mejor, "las charlas." Que sean muchas, que sean frecuentes y normalizadas en nuestro hogar. Que sean a lo largo de la vida, de acuerdo con el desarrollo de nuestros hijos.

  • Podemos escuchar lo que están diciendo y preguntando, y comenzar desde ahí en la conversación.

  • Podemos buscar información cuando no la tenemos.

  • Podemos educar a nuestros hijos con los valores de nuestra familia.

Este último punto es donde falló el estado en la historia con que inicié. El gobierno no tiene el derecho de imponer a las familias sus estándares. ¿Qué tal tuvieran una clausula de "tener que apoyar completamente a mi hijo si es atleta, incluyendo pagarle clases privadas." Sueno un poco ridículo.


No sabemos cuáles habilidades o intereses tendrán nuestros hijos. Como padres y madres, todos hacemos lo mejor que podamos, dentro de nuestras posibilidades y convicciones. Para dar otra comparación, el corredor olímpico Eric Liddell de Escocia recibió el desprecio de muchos de sus paisanos y su gobierno por rehusarse a correr el día domingo, porque sus convicciones religiosas no se lo permitían. Cuando nos mantenemos firmes en nuestras creencias, habrá quienes se oponen. Pero últimamente, es nuestra libertad de expresión y religión. Si sentimos fuertemente que algo es incorrecto, pero nos dejamos doblegar por otros -- incluso el gobierno -- tendremos que lidiar con una profunda insatisfacción con nosotros mismos.


Y trayéndolo al punto de la parentalidad, ¿qué les estaremos enseñando a nuestros hijos? ¿Hay convicciones tan importantes que estamos dispuestos a sufrir por ellas?


Más allá de la expresión de su sexualidad, ¿Qué tipo de personas queremos que sean? Yo apostaría que la integridad está alta en tu lista: que mi hijo sea la misma persona en todos lados, y que defienda sus convicciones de una manera respetuosa y firme.


Finalmente, hay tres cositas más que queremos impartirles sobre la sexualidad y los hijos:

  1. La educación sexual en los niños no se da en un contexto formal, con pizarra y tiza. En el día a día, nuestro silencio enseña, taparle los ojos cuando sale alguna imagen "no apto para niños" enseña, decirle que algo es "sucio" enseña. Todo lo van absorbiendo e internalizando para formar sus creencias sobre el sexo y los cuerpos.

  2. Si nosotros no nos sentimos capaces de hablar del tema, ellos igualmente van a aprender en el colegio o de los medios. Sin embargo, ellos SÍ esperan que nosotros afirmemos o no lo que han aprendido. Como la madre y el padre de tus hijos, tú sí tienes la voz de la autoridad que ellos oirán. No guardes silencio; te quiere escuchar.

  3. La sexualidad es una parte importante de quienes somos, pero no nos identifica y define. Nuestra identidad sigue estando en Dios, cómo Él nos hizo, y cómo podemos amarlo a Él, más allá de lo que podamos estar sintiendo (incluyendo nuestras atracciones sexuales). Aunque nuestras emociones, deseos, atracciones, sexualidad y otros aspectos de nuestra vida son importantes como seres humanos, lo más importante es qué hacemos con ellos, para que reflejen nuestro amor a Cristo. Tu rol parental te otorga la responsabilidad de instruir a tus hijos, y esto incluye el área sexual.



Puedes ver la película "Carros de Fuego" para ver cómo terminó la historia de Eric Liddell.

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