Once Pautas para las familias adoptantes, de familias adoptantes
Nuestra historia de adopción no salió como nos lo habíamos imaginado. Pensábamos que estábamos preparados. El entrenamiento que nuestra agencia de adopciones ofreció fue muy básico. Mucho se centraba en qué esperar de un niño institucionalizado y ése no era el contexto del que venía nuestro hijo, entonces pensábamos que iba a ser pan comido. Pero no pasó más que un par de semanas antes de que nos diéramos cuenta de que estábamos metidos en algo de lo que no teníamos salida.
En nuestro caso (Lisa Qualls) ya éramos padres hace veinte años así que sabíamos mucho sobre cómo se hacía. Además, yo tenía un trasfondo en el campo de la salud mental. Hicimos todo el entrenamiento pero cuando llegamos a Etiopía y conocimos a nuestra hijita nos dimos cuenta de que iba a ser diferente a lo que nos habíamos imaginado jamás, así que debíamos prepararnos antes de llegar a casa con ella.
Hay mucha preparación que quisiéramos haber hecho y conocido. En este episodio encontrarás once consejos que la comunidad en línea de familias por adopción y acogimiento (the Adoption Connection) aportó para responder a la pregunta, “¿Qué desearías haber sabido? ¿Qué hubiera sido importante para ti?”
Las respuestas caben en dos categorías: preparación interior y cosas prácticas. Aún si ya te sientes bastante preparado, te recomendamos leer los consejos. ¡Nosotros hicimos nuestra segunda tanda de adopciones siendo entrenadores de padres de “Empoderados para Conectar,” para no volver a tener los mismos problemas de la primera vez y aún así nos fue difícil! También, si ya tienes a tus hijos en casa, este episodio es bueno para ti, porque si sientes que estás luchando, nunca es demasiado tarde para hacer algunos cambios, mentalmente o en lo práctico. Puede ser útil cambiar tu mentalidad, especialmente si te sientes atascado o sin más recursos para probar. Aquí podrás encontrar algo de sabiduría para seguir adelante. Como madres adoptivas y de acogimiento, siempre estamos aprendiendo cosas nuevas porque es un caminar de toda la vida.
Estas once pautas son lo que sabemos -- después de la experiencia de haberlo hecho mal durante años -- que nos puede ayudar a encontrar gozo, esperanza, contentamiento y paz en nuestros viajes como padres y madres por adopción y acogimiento. Entonces, si ya estás en el proceso de asignación o si apenas estás considerando adoptar o recibir a un niño en acogimiento, estas cosas te pueden ayudar a prevenir un dolor en el corazón, para que no tengas que aprender a las malas como nosotras. Y si ya estás en medio del viaje, estas cosas te pueden ayudar a des-estancar relacionalmente.
1. Cuídate y cuida tu matrimonio
Fácilmente podemos sentir que nuestros hijos son la prioridad número uno, especialmente si tienen comportamientos difíciles o necesidades extraordinarias o especiales. Por mucho tiempo yo pensaba que suplir las necesidades de mi hija más problemática era la primera prioridad porque ella era lo más difícil en mi vida y sólo quería que aquellos desafíos desaparecieran. Pero en ese proceso, casi me pierdo a mí misma y mi matrimonio también sufrió.
Tenemos que asegurarnos de que la pirámide de nuestras prioridades no se invierta, donde nuestras necesidades como madres y padres son tan descuidadas que forman una base inestable para sostener todas las demás necesidades.
Prioricemos nuestro auto-cuidado y el cuidar nuestros matrimonios, de modo que sea un fundamento sólido. Estas prácticas de cuidado nos capacitan para ser buenos padres y madres.
Vemos a muchos matrimonios caer bajo el estrés de la adopción y el acogimiento. Si eso te ha pasado, lo lamentamos mucho; eso es muy duro. O si tu matrimonio está en un punto difícil, te entiendo, porque mi esposo y yo hemos tenido que trabajar fuertemente para revertir el daño hecho en varias ocasiones. La relación de pareja es fundamental. Sabemos que nuestros hijos experimentan mucho temor y que tener un matrimonio sólido es bueno para nuestros hijos (todos) para que puedan construir confianza con nosotros.
Una idea de cómo fortalecer tu matrimonio y auto-cuidado es pensar en qué te traerá tranquilidad cuando tu hijo no está tranquilo, para así buscar estrategias de bienestar.
2. Ajusta tus Expectativas
En nuestras familias hemos tenido que ajustar nuestras expectativas de muchas maneras. Una de las más grandes es que sencillamente no sabía lo difícil que esto iba a ser. Quisiera haber sabido que esto iba a ser un proceso largo. Yo entendía que mis hijos habían pasado por situaciones muy complejas y pensaba que lo difícil duraría unos meses y después se arreglaría todo. Pero esa expectativa no fue realista, porque fueron años.
Otra área para tener en cuenta es que nuestros hijos tienen diferentes edades. Tienen su edad cronológica, basado en cuándo nacieron, pero también tienen una edad académica, una emocional y otra del desarrollo. Esas edades pueden variar muchísimo. Por ejemplo, podrías tener a un hijo que tiene 15 años, pero las habilidades de sobrevivencia de alguien de 21 años, porque estuvo viviendo en las calles por unos años, pero que emocionalmente es como un niño de 2 añitos para resolver problemas, y en lo académico puede estar en tercero de primaria. Entonces recordar estas cosas nos puede ayudar a manejar nuestras expectativas hacia nuestros hijos y tenerles compasión con lo que están luchando y ver cómo podemos hacer ajustes para sus habilidades y necesidades.
Los cerebros de nuestros hijos han sido impactados por su historia. Bien sean traumas prenatales o traumas antes de llegar a nuestro hogar, tuvo un impacto en su cerebro y su conducta es un síntoma de lo que le sucedió al cerebro. Es muy bueno entender eso para tener expectativas realistas.
Hay que recordar que las cosas NO van a salir cómo nos lo hemos imaginado y probablemente será más difícil. Es como hacer trabajo de parto sin medicamento: crees que lo puedes hacer pero luego estás en medio de la transición y empiezas a gritarles a todos que ya no puedes más y quieres un epidural. A veces como padres, especialmente de hijos con necesidades especiales y luchas en el área del apego, es más difícil, doloroso y nos da más miedo de lo que nos pensábamos capaces de aguantar. Prepárate desde ya para diferentes periodos de desilusión. No significa que lo estés haciendo mal. Simplemente es parte del proceso, porque este es un cambio grandísimo para ti, tu familia, tus hijos.
(De una madre con 7 hijos adoptados): Cada hijo te pondrá a prueba en algún punto de su vida. Querrá ver si de verdad lo amas. Te llevará al borde de la locura y tendrás que poder soltar el dolor y seguir amando.”
Es mucho más fácil decir esto que hacerlo.
Para más tips, busca la Parte II de este artículo aquí en Adopción de Corazón.
(Este artículo fue creado por The Adoption Connection. Originalmente apareció como parte de un podcast en inglés en https://theadoptionconnection.com/episode-41/ This material was created by The Adoption Connection and is available in its original format and language at https://theadoptionconnection.com/episode-41/)
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