¿Quién da más?

Este mes, tenemos el privilegio de compartir un blog escrito por Ginny Harder, Magister en Consejería Clínica, especialista TBRI y madre adoptiva.

Nuestro enfoque de este mes es la CONEXIÓN y Ginny nos comparte sobre la necesidad de CORRESPONDER y SER CORRESPONDIDO, con la analogía de una subasta. ¡Así que vamos a ver "¿quién da más?" para conectarnos con nuestros hijos!

John Gottman, psicólogo norteamericano, introduce el tema de “ofertas de conexión” que todos los seres humanos hacemos, especialmente en relaciones cercanas de pareja o entre padres e hijos. En general, estas son sutiles porque no queremos arriesgar que la oferta no sea correspondida. Porque en sí, la conexión trae el riesgo de hacernos vulnerables.

A la vez, como las ofertas de conexión no son directas, se pueden malinterpretar o perder. Por ejemplo, muchas veces se hacen en forma de una pregunta, un comentario, o un toque físico. De esta manera, ¿Me puedes pasar la sal? Puede ser una forma de tantear la conexión.

Cuando lanzamos una oferta de conexión y no es correspondida de la manera que quisiéramos, nos podemos sentir desanimados y decepcionados. 

En ese momento, me sirve reconocer que con esa pregunta, comentario, o toque físico, yo estaba buscando conexión y por eso me siento decepcionada.

Luego, si logro comunicar a la persona mi intención puede ayudar a remendar la relación. Puede crear conexión.

Porque en sí, en una relación habrá rupturas, malentendidos y decepciones. Lo que más importa es la reparación. 

También, me anima a estar al tanto de las ofertas de conexión que mi familia extiende hacia mi.

Por ejemplo, a la pregunta ¿dónde está el bloqueador?, tengo opciones de cómo responder:

1. puedo ignorarla

2. puedo responder de manera brusca (¡¿porqué siempre piensan que yo sé donde está todo?! ¡No soy la sirviente de la familia!).

3. o puedo corresponderle. Es decir, buscar el bloqueador, ayudarle a echárselo en la espalda (toque físico), mientras hablamos unos segundos con una breve mirada a los ojos donde comunico mi cariño. Puedo aceptar la oferta, aprovechando la oportunidad de conexión.

Seguramente perderé muchas ofertas de conexión, pero si logro tomar algunas, estaré construyendo vínculos con los que más amo, usando situaciones diarias, y a mi alcance. 

Ginny y su esposo viven en Bogotá, Colombia con sus 4 hijos. Son los directores de la Fundación Comunidad Viva. Uno de sus enfoques es el trabajo con los jóvenes que hacen parte o egresan del sistema de protección.