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Adopción de Corazón

¿Qué le digo al médico?

Una visita rutinaria se puede volver una experiencia incómoda debido a asuntos relacionados a la adopción.


Cuando nosotros logramos finalizar la adopción de nuestro hijo de crianza, tomó varios meses hacer el cambio de apellidos en el sistema de la registraduría nacional. Luego de tener su nuevo registro civil y tarjeta de identidad, ahora fue el turno del servicio de salud. Después de un par de solicitudes y entregar la documentación necesaria, el proveedor hizo el cambio en el sistema. Sin embargo, cuando llegamos para una cita, las órdenes médicos se imprimieron con los apellidos antiguos. Por supuesto, no era la culpa de nadie, sino un error en el sistema. Para nosotros, implicó una frustración y una demora más en este proceso que ya había llevado años.


El cambio de apellidos, o en algunos casos de nombres, no es lo único que puede incomodar cuando llevamos a nuestros hijos por adopción a una cita médica. Habrá preguntas para las cuales no tenemos respuesta.

  • ¿Historia médica familiar?

  • ¿Detalles sobre el embarazo y el parto?

  • ¿Enfermedades en la primera infancia? (en el caso de haber adoptado a un niño después de esta etapa)

O nos podremos sorprender con la aparición de alguna condición médica hereditaria o causada por la malnutrición o la negligencia antes de que viviera con nosotros. Como padres, nos podemos sentir tentados a llevar esa culpa, o creer que lo "deberíamos haber sabido."


Otro aspecto que enfrentaremos (con mayor frecuencia de lo que quisiera creer) se debe a la ignorancia de los profesionales. Podrán indagar sobre detalles de la vida de nuestros hijos y sus familias de origen, frente a ellos. Aún si tuviéramos la información pertinente, no sería el lugar ni el momento para divulgarla. Puede que estemos en una cita para descartar un posible diagnóstico de TDAH, pero no queremos que nuestra hija o hijo escuche el mal reporte del colegio. Sin embargo, la insensibilidad de los médicos nos puede obligar a decir demasiado o a no compartir lo que debemos, porque el niño sigue ahí.


Tal vez una de mis mayores frustraciones en el sistema de salud ha sido la falta de seguimiento con un médico que conoce a nuestra familia y nuestra historia. Cada cita médica se vuelve una experiencia tediosa y hasta vergonzosa, al tener que responder las mismas preguntas, otra vez demostrar que no somos una familia tradicional, y recibir una respuesta de sorpresa o condescendiente.


¿Qué podremos hacer? Por más frustrante que sean estos momentos, son oportunidades para educar a los profesionales. Como padres, tenemos la responsabilidad de guardar la historia de nuestros hijos. Los médicos sí requieren información, que debemos suministrar en el caso de tener los datos. Sin embargo, ¿de qué manera se podrá hacer sin exponer a nuestros hijos cada vez que visitamos la clínica? Tenemos algunas ideas para compartir:

  • Escribe una "carta de presentación" para cada nuevo profesional, la cual podrá leer para conocer lo básico sobre nuestra familias y tener respuestas a algunas preguntas comunes, por ejemplo, "Yolanda es nuestra hija por adopción. Desconocemos cómo fue el embarazo y el parto. No tenemos información sobre enfermedades en la familia de origen. Ella lleva con nosotros desde (fecha)." A medida que tengas experiencias con diferentes profesionales, podrás ir ajustando la carta para suplir información que sabes que pedirán.

  • En el caso de tener información sobre la familia, el embarazo, la primera infancia, etc. recuerda que esas historias le pertenecen primeramente a tu hijo. Para más información sobre esto, te recomendamos leer nuestra serie de artículos sobre cómo hablar con nuestros hijos de sus historias de vida. Si le vas a contar algo al médico frente a tu hijo, él ya debe saberlo. Si él no está enterado aún, entonces tú puedes pedirle al médico hablar en privado. Puede ser complejo gestionar esto, pero sé creativo: ¿Alguien los puede acompañar para cuidar al niño en el pasillo mientras hablas con el doctor? ¿Le puedes mandar un correo electrónico al médico con la información después?

  • Considera qué información el profesional realmente necesita. Especialmente si la situación es tal que nunca verá al mismo profesional, pregúntate qué debes contar y no. Durante un tiempo, llevábamos a algunos de nuestros hijos de acogida a terapias de ortóptica en una universidad. Ya que los niños nos llamaban Mami y Papi, los doctores y estudiantes desconocían nuestra relación legal. En esa situación, en vez de contarle a un nuevo estudiante cada semana que "ella no es mi hija; yo soy su acudiente" simplemente evadimos el asunto. No era relevante para tal procedimiento.

  • Consigue a un médico familiar primario, que siempre atiende a tu hija. Esta situación es lo ideal, si es posible en el sistema de salud donde viven. Así el médico no tendrá que hacer las mismas preguntas cada vez, y podrá formar una relación con tu familia. ¡Tu hija sentirá más cómoda y tú también!

  • Nota: nosotros cuidábamos a un niño mas grande que recibimos de 11 años, el cual estaba con nosotros temporalmente. En su caso por su edad y comprensión, pudimos preguntarle sobre ¿qué era mas comodo para él en esta situación? Es importante que preguntar al niño qué prefiere y tomar en cuenta su opinión. Tal vez para nosotros como padres o cuidadores no es algo de mucha importancia, pero para el niño sí lo puede ser.

¿Cuáles experiencias has tenido en el sistema médico? Nos encantaría escuchar tus ideas de cómo mejorar el cuidado que se recibe como familia por adopción.



Emily Garrett Peña. Adopción de Corazón.

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1 Comment


Bibiana Peña
Bibiana Peña
Apr 06, 2022

Gracias por compartir esta historia, me siento muy identificada. Tristemente no sólo pasa en el ambito médico, pero si, necesitamos educar a los profesionales y también a nuestro circulo cercano (amigos, compañeros, comunidad de la fe)

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