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Adopción de Corazón

¿Qué tan conectados estamos?

¿Qué tan conectados estamos? ¿Tenemos wifi en casa, en el trabajo o la escuela? Algunas de nuestras ciudades incluso ofrecen wifi gratis para todos en ciertos lugares públicos. ¿Y qué tal tu plan de datos? ¿Es ilimitado? ¿O cada cuánto haces una recarga?


Hoy en día vivir sin el internet parece imposible, ¿no? Cada vez más, nuestro mundo y vida se lleva a cabo por medio del celular o el computador. Y nuestros hijos están creciendo en este mundo, donde se siente como una necesidad básica tener un celular inteligente. (¡Creo que muchos de nuestros niños y adolescentes dirían que es un derecho!)


¿Y qué de la conexión relacional con nuestra familia, vecinos, colegas, o amigos? ¿Qué tan conectados estamos? ¿Con qué frecuencia te sientas a platicar con alguien, SIN mirar el celular? ¿Cuándo fue la última vez que pasaste un día entero sin conectarte al internet, pero sí conectándote con otras personas?



Como padres y madres en este momento cultural, muchos tenemos preguntas de cuáles normas debemos tener alrededor del uso de las pantallas y el internet. Así que, con el motivo de conectarnos más y mejor en nuestras familias y comunidades, vamos a ver qué están diciendo los expertos:


Bill Gates, uno de los pioneros de la tecnología moderna, advierte sobre los efectos negativos de los celulares inteligentes. Su uso excesivo puede llevar a problemas médicos, aislamiento social y dificultades para concentrarse. Dice que los teléfonos "no deben dominar nuestras vidas, en particular durante los momentos significativos para construir relaciones con seres queridos," como la hora de comer.


Un estudio psicológico reciente (2022) midió el ritmo cardiaco y la angustia emocional de los bebés cuando, mientras jugaban con sus madres, ellas recibían un mensaje en el celular. Encontraron que la respuesta fisiológica y emocional de los chiquitos era lo mismo que en el famoso experimento de la "Cara Quieta." El efecto es que nuestra conexión relacional con nuestros hijos (y otros en la familia o comunidad) se está interrumpiendo casi constantemente. Las implicaciones de esto en el desarrollo personal y social son enormes (demasiado para intentar abordar en este blog).


Este estudio comprobó lo que la Dra. Steiner-Adair ya escribió en su libro "La Gran Desconexión" (The Big Disconnect, 2013). Ya que los niños aprenden principalmente a través de las interacciones cara a cara, nuestro uso de los dispositivos les está obstaculizando en su adquisición del lenguaje, entender sus emociones y cómo regularlos, cómo tener una conversación, cómo leer la expresión de otras personas, y otros hitos del desarrollo humano.


Entonces, ¿qué se puede hacer? ¡Parece poco posible deshacernos de los celulares!

Aquí hay algunas recomendaciones sencillas y basadas en la neurociencia de NORMAS PARA EL USO DE LOS CELULARES INTELIGENTES:


1. No le des un celular inteligente a tu hijo antes de los 16 años.

¿POR QUÉ?

Esto es para que su cerebro pueda terminar su gran "poda y recableado" de la pubertad (y unos años después), sin los efectos negativos del uso de los celulares. Así podrán regular mucho mejor el uso de los dispositivos y redes, y no caer tan fácilmente en la adicción. (Para los niños o adolescentes que necesitan poder comunicarse con sus padres cuando no están juntos, un teléfono celular "análogo" (no inteligente) funcionará.)


2. Cero acceso a las redes sociales antes de los 16 años.

¿POR QUÉ?

Necesitan los primeros 15 años para aprender habilidades personales y sociales sumamente importantes. Estar en las redes sociales antes de la pubertad, resulta en niveles más altos de ansiedad, porque les incapacita en su desarrollo.


3. Cero tecnología en la cama y en las comidas.

¿POR QUÉ?

Tener un tiempo específico para conectarse, responder o enviar mensajes, revisar sus plataformas, etc. apoyará la adquisición del autocontrol (en vez de ser dominados por nuestra tecnología) y brindará espacios "libres de tecnología" para conectarnos sin distracciones, conversar sin interrupciones, descansar, y apoyar una relación saludable con la alimentación. ¡Nosotros necesitamos aprender estos límites, también!


Ahora bien, sabemos que estas normas les pueden molestar o enojar a tus hijos. Entonces, es importante CONECTARSE con ellos y explicarles (en el nivel que ellos logran entender) las razones por las cuales tú, como su padre/madre, estás tomando esta decisión. Y es MUY IMPORTANTE aprender a manejar tus emociones y mantenerte conectado relacionalmente frente al enojo y la vergüenza.


Pero ¿qué pasa si ya tiene un dispositivo y redes sociales? Hace poco alguien empezó a seguirnos en Instagram. Nos dimos cuenta que era nuestra sobrina, que acaba de cumplir 14 años. Le escribimos al papá para que él supiera. "No dudo que sea ella. ¿Qué me recomiendas? No sé nada de Instagram," dijo él.


Estos eran nuestros tips:


  1. Como cualquier red social, fue creada para ser adictiva y ningun niño o adolescente tiene la capacidad para manejarla sin que le afecte.

  2. Simplemente prohibirle el uso podría colocar una barrera en la relación y empujarla a hacerlo a escondidas.

  3. Tómalo como una oportunidad para conectar y hablar, conocer a tu hija y lo que le interesa e importa. Involúcrate en su mundo: ¿a quién sigue, qué publica y qué consume?

  4. Edúcale. Habla con ella de los efectos de las redes sociales y los dispositivos. (Si no te sientes capacitado para explicarle, puedes buscar un video para ver y conversar juntos. La psiquiatra española, Marian Rojas Estapé tiene mucho material sobre el tema.)

  5. ¿Qué sí puede hacer? Si no quieres que use las redes o el celular, necesitas proveer otra alternativa de actividades. Para muchos no es un problema poner un límite para sus hijos, pero es un gran desafío ofrecerle opciones de lo que sí puede hacer. Las dos cosas van de la mano. Puede implicar más trabajo para los padres, porque tal vez nosotros tendremos que hacer algo con nuestros hijos. Es difícil, pero es nuestro trabajo y no podemos abdicar nuestro rol, delegandolo a un dispositivo.


Y en cuanto a TU uso del celular y el internet, ¿Cómo puedes ser intencional en CONECTAR con tus hijos e INTERACTUAR con ellos? Podemos comenzar con algo sencillo, como "no miramos las pantallas durante la hora de la comida." (¡Ojo: eso incluye tu Reloj Apple!)


No seamos como el papá de la niña que dijo, "Siento que sencillamente soy aburrida y le estoy aburriendo a mi papá porque él lee cualquier mensaje o contesta cualquier llamada, en cualquier momento o lugar."


Nuestra conexión es de un valor inestimable para el bienestar de nuestras familias. ¿Se lo estamos comunicando a través de nuestras acciones y hábitos? ¿Qué tan conectados estamos?






Referencias usadas para este blog (están en inglés):


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