"Las pérdidas tan horribles de nuestros dos hijos biológicos sembraron las semillas que nos llevaron a ser un hogar de paso y ahora, a iniciar un proceso de adopción."
¿Tú qué harías? A los tres meses de edad, tu hijo se muere. Tu corazón parece dejar de latir. Pasa el tiempo, tienes otro bebé, y también se muere. No entiendes cómo tu corazón sigue latiendo, apenas logras respirar. Los estudios muestran problemas genéticos. Tu sueño de ser mamá o papá se desmorona.
Poco a poco te pones de pie, encuentras una nueva manera de vivir. ¿Y ahí qué? Has cambiado... pero ¿qué queda?
Para Jessica Ramírez y su esposo, lo que quedaron de sus pérdidas fueron semillas de ofrecer un hogar a los niños que lo necesitan.
En los últimos dos años, pudieron ofrecer ese hogar a dos niños que esperaban ser adoptados. Ofrecieron su casa, dedicaron su tiempo, y entregaron sus corazones. Uno llegó de un mes, con problemas de desarrollo cerebral. El otro llegó de dos años, de haber vivido en una fundación, con problemas conductuales.
Después de amarlos y cuidarlos por muchos meses, cada uno salió con su familia adoptiva. Los niños que se adoptaron no fueron los mismos que entraron a vivir a la casa de Jessica. ¿El que "nunca" iba a gatear, caminar, o hablar? Con un desarrollo acorde a su edad, casi corriendo, diciendo algunas palabras. ¿El que no sabía cómo vivir en una familia, sino que sobrevivía con las uñas? Sabiendo lo que significa un papá y una mamá, una familia extensa, sabiendo que lo ven y que es amado por quién él es.
Estos son cambios que sólo pueden suceder dentro del núcleo familiar, un seno de amor y cuidado individualizado.
Y tampoco Jessica y su esposo son los mismos que recibieron a estos dos pequeños. Aprendieron que de verdad se puede llegar a amar a un ser que no nació de ti. Vivieron el dolor de la partida de dos hijos más, pero esta vez saben que están con sus familias para siempre, y que lo que ellos sembraron como familia sustituta, ha hecho la diferencia para toda sus vidas. El cuidar a sus dos hijos de acogida ahora les ha dejado otra semilla: la semilla de poder ser padres... esta vez por adopción.
Para escuchar a Jessica contar más de su experiencia como mamá de acogida, puedes ver nuestra entrevista en YouTube.
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